Un informe global de PwC en base a los balances en 2024 de 40 grandes mineras analizó la dispar suerte entre el metal precioso y los demás minerales y la enmarcó en “dominios” y grandes tendencias. La emergencia de las “geofinanzas”
La industria minera global afronta un escenario de transformación profunda, impulsada por mega-tendencias como la urbanización, la transición energética y la evolución tecnológica, a la vez que enfrenta desafíos de concentración geográfica, volatilidad de precios y nuevas exigencias sociales y ambientales, dice un estudio de la consultora internacional PwC que analizó los resultados que obtuvieron en 2024 las 40 principales compañías mineras globales.
Una constatación básica del estudio, del que participaron expertos en minería de la consultora de todas las regiones del mundo, es que en tal entorno y excluyendo aquellas dedicadas al oro, las mineras vieron caer 3% sus ingresos y 10% su Ebitda (ganancias antes de impuestos, intereses y amortizaciones).
De hecho, el Ebitda promedio de las mineras no auríferas cayó desde 24% en 2023 a 22% el año pasado, mientras las auríferas se beneficiaron de los precios récord del metal precioso, sus ingresos crecieron el 15% y su Ebitda mejoró un 32% “gracias al apalancamiento operativo”.
El informe muestra claramente esa divergencia: al distinguir para los años 2022 a 2024 los ingresos de las mineras entre auríferas y no auríferas muestra que mientras para las primeras el Ebitda creció sin pausa, de unos USD 40.000 millones en 2022 a cerca de USD 100.000 millones en 2023, los de las demás mineras cayeron de cerca USD 450.000 millones en 2022, a unos USD 370.000 millones en 2024.
Fuente: INFOBAE