El Ministerio de Energía y Minería de Santa Cruz trabaja activamente para reactivar las economías regionales y fomentar la contratación de proveedores locales en los sectores minero, petrolero y energético. En una reciente entrevista concedida a la radio LU 14, Jaime Álvarez, titular de la cartera, destacó que esta iniciativa responde a las directivas del gobernador, quien desde el inicio de su gestión ha instado a promover un desarrollo más equitativo y sostenible para la provincia.
Álvarez explicó en la entrevista que se han establecido espacios de trabajo conjunto con operadoras mineras y petroleras, además de empresas de energía eléctrica, para garantizar la participación de pequeñas y medianas empresas (pymes) santacruceñas como proveedoras de insumos y servicios. Según detalló, este enfoque no solo busca diversificar las oportunidades de contratación, sino también combatir el predominio de grandes empresas nacionales que históricamente monopolizaron las licitaciones debido a sus menores costos operativos.
La creación de CAPPEMA: un paso clave
Un hito destacado en este proceso, según Álvarez, fue la formación de la Cámara de Pequeños Proveedores y Prestadores de Servicios (CAPPEMA) hace aproximadamente un año y medio. Esta entidad ha sido fundamental para generar mesas de trabajo que articulan a las pymes locales con las grandes operadoras. “Estamos avanzando para que más actividades que antes realizaban empresas de fuera de la provincia ahora sean ejecutadas por empresas santacruceñas, con mano de obra local”, afirmó el ministro en diálogo con LU 14.
Uno de los objetivos principales de estas mesas es fomentar un modelo en el que las grandes compañías abran sus licitaciones a las empresas locales, permitiendo incluso que participen en subcontrataciones o alianzas. Este modelo, según Álvarez, podría traducirse en un «círculo virtuoso», donde los beneficios económicos derivados de la actividad extractiva se mantengan dentro de la provincia y se amplifiquen a través del consumo local.
Impacto económico y social en Santa Cruz
La promoción de proveedores locales tiene un impacto directo en la economía provincial. Las empresas locales generan empleo, consumen bienes y servicios dentro de Santa Cruz, y contribuyen a un flujo económico que beneficia a toda la comunidad. Álvarez subrayó que este enfoque no solo incluye a las pymes, sino también a la mano de obra local.
El Ministerio trabaja en conjunto con la cartera laboral provincial para asegurar que tanto las empresas operadoras como sus contratistas empleen a trabajadores santacruceños. Además, los pliegos licitatorios incluyen cláusulas que exigen priorizar la contratación de mano de obra local, lo que refuerza aún más el compromiso con el desarrollo regional.
Retos y perspectivas
A pesar de los avances logrados, Álvarez reconoció en la entrevista que el desafío principal radica en romper con las estructuras monopólicas y garantizar que las empresas locales puedan competir en igualdad de condiciones. «Estamos solicitando que las licitaciones se realicen a valores de mercado, permitiendo que las pymes locales accedan a una parte del trabajo, aunque sea un 10%, 20% o 30%, dependiendo de sus capacidades», señaló.
El ministro también enfatizó que el gobierno continuará trabajando en esta línea a largo plazo. “Santa Cruz debe retener el mayor beneficio económico de las actividades extractivas, y para ello vamos a seguir colaborando con las distintas secretarías de Estado”, concluyó.
Hacia un desarrollo sustentable
Este enfoque no solo impulsa la economía local, sino que también refuerza el compromiso de las autoridades de Santa Cruz con un modelo de desarrollo sustentable y socialmente inclusivo. Las declaraciones de Álvarez a LU 14 reflejan cómo las iniciativas implementadas por el Ministerio de Energía y Minería representan un paso firme hacia un futuro donde las riquezas de la provincia se traduzcan en bienestar para sus habitantes, generando empleo, fortaleciendo a las pymes y asegurando que el desarrollo económico beneficie a quienes viven y trabajan en el territorio.
De esta forma, Santa Cruz demuestra cómo la articulación entre el sector público, las empresas y las comunidades es el camino para convertirse en un motor clave que reactive las economías regionales y construya un futuro más próspero y equitativo para todos.