Con la reciente aprobación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), la industria minera en Santa Cruz se encuentra expectante y el próximo jueves 12 de septiembre la realidad de la actividad minera en la provincia podría ampliar sus horizontes. Este nuevo régimen, que forma parte de la Ley 27.742, establece un marco clave para atraer inversiones en sectores estratégicos como la minería, la energía y la infraestructura, y pone especial énfasis en el rol de los proveedores locales.
Uno de los aspectos más destacados del RIGI es el Plan de Desarrollo de Proveedores Locales, que genera tanto incertidumbre como expectativas y que obliga a las empresas que se adhieran al régimen a destinar al menos el 20% de sus inversiones a la contratación de proveedores locales para el suministro de bienes y obras, tanto en la etapa de construcción como en la operación de los proyectos. Esto genera podría generar sin duda una gran oportunidad para las empresas santacruceñas, que deberán prepararse para cumplir con estas demanda.
La exigencia de que los Vehículos de Proyecto Único (VPU), responsables de las inversiones, contraten a proveedores locales, podría generar un impulso significativo para las empresas de Santa Cruz. Se espera que muchos proveedores realicen nuevas inversiones para mejorar su capacidad y eficiencia, permitiéndoles cumplir con los requisitos del RIGI, como la expansión de sus empresas y la adquisición de tecnología avanzada.
Sin embargo, un desafío para las pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) locales es que, hasta el momento, no se contempla un régimen especial para ellas dentro del RIGI. A pesar de las expectativas, la normativa no incluye un «MINI RIGI», que podría haber ofrecido incentivos adicionales o beneficios fiscales exclusivos para este sector. Aun así, la posibilidad de que las grandes empresas financien a la cadena de valor local a través de anticipos y otros mecanismos presenta una ventana de oportunidad para las MiPyMEs de Santa Cruz.
Incentivos y beneficios del RIGI
El RIGI ofrece una serie de incentivos fiscales, entre los que se destacan la reducción del Impuesto a las Ganancias al 25%, la devolución del IVA en un plazo máximo de tres meses y el cómputo del 100% del impuesto al cheque. Además, otorga beneficios aduaneros y cambiarios que podrían facilitar las operaciones de los proyectos, lo que incentivaría aún más la participación de inversores y proveedores locales en la minería santacruceña.
Expectativa para el futuro
La plena implementación del RIGI, una vez que se completen todos los pasos reglamentarios, tiene el potencial de transformar la relación entre la minería y los proveedores locales en Santa Cruz. A medida que los proyectos se pongan en marcha, el papel de las empresas santacruceñas se volverá cada vez más importante, no solo como proveedores, sino también como actores clave en el desarrollo económico de la región.