En el marco de una emotiva entrevista radial, Gisela Ochoa, hermana de Daniel, uno de los mineros fallecidos en Cerro Negro en circunstancias aún no esclarecidas, dialogó con Radio Energía 106.3 Mhz sobre las dificultades que enfrentan en la búsqueda de respuestas y justicia para su hermano y su compañera Rosana.
En charla con los periodistas de Radio Energía, Gisela describió el doloroso proceso que están atravesando: «Hace dos días dejamos su cuerpito en el cementerio. Era mi hermano más chico, entonces fue todo muy difícil. Está siendo todo muy difícil, por eso igual pido disculpas si a veces me voy a quedar callada porque me cuesta un poco.»
Reconstruir los hechos, un confuso rompecabezas para la familia
Los protocolos de la empresa, y su forma de comunicarse con ellos en la emergencia, generaron cierto “ruido” en la familia Ochoa. Según Gisela, la llamada de la empresa llegó aproximadamente a la 1:00 o 1:30 de la mañana, cuando fueron informados sobre el accidente en la mina y el trágico desenlace.
Sin embargo, la información proporcionada inicialmente incluía afirmaciones sobre el lugar y las acciones de Daniel que generaron mayor confusión e incertidumbre y es justamente esa falta de información clara y certera, lo que ha suscitado interrogantes sobre las circunstancias exactas de la tragedia y la necesidad de una investigación exhaustiva para esclarecer lo sucedido.
Si bien no se pueden sacar conclusiones definitivas aun, varios actores, incluido el gobierno provincial, la familia de las víctimas y distintos trabajadores mineros, que prefieren no ser nombrados para cuidar su fuente laboral, han expresado su preocupación al respecto, por las dificultades que se han ido generando en torno a un real avance, camino a una resolución completa y satisfactoria de la investigación sobre lo acontecido.
Proceso lento y difuso
El proceso de investigación también ha sido opaco, con resultados de autopsia que podrían demorar meses en ser entregados en función de lo cual la sospecha de negligencia en torno a la tragedia minera en Cerro Negro ha ganado fuerza entre la familia Ochoa y otras personas involucradas en la investigación. Se plantea la posibilidad de que varias personas no hayan cumplido adecuadamente con los protocolos de seguridad e higiene, lo que podría haber contribuido al trágico desenlace.
“Quiero que mi hermano y Rosana descansen en paz, que las familias estemos tranquilas, que no los ensucien como quisieron hacer al principio, de decir que ellos estaban en un lugar que no debían, haciendo cosas que no debían, sin las medidas de seguridad. Mi hermano, además de trabajar en el laboratorio, era rescatista voluntario” aclaró Gisela.
Durante la entrevista Gisela destacó en varias oportunidades el amor de su hermanos por la profesión minera y manifestó también que los mineros, lejos de arriesgar sus vidas intencionalmente, tienen una profunda pasión y dedicación por su trabajo en la mina.
“Nos comentaron que habían ido a cumplir su trabajo, algo que les llevaba una hora y media o dos horas, más no. Entraron a las tres y media, tenían que salir como mucho, seis de la tarde, cinco y media, seis. Y recién a las nueve y media de la noche se dieron cuenta que ellos dos no habían vuelto, porque tenían que hacer una voladura, sino capaz que tampoco activaban, digamos, el protocolo de búsqueda. Y bueno, diez y media de la noche aproximadamente entran a buscarlos. Todo esto… nosotros, viste, es lo que nos van diciendo. Vamos armando algo según lo que nos van contando”.
Ha tomado estado público que según distintos testimonios recabados de personas que trabajaban en el lugar, confirman que Daniel y su compañera eran ejemplares en cuanto a su compromiso con la seguridad. Aunque inicialmente se sugirió la hipótesis de una nube de gases tóxicos como causa del accidente, la familia Ochoa y otros implicados en la investigación han comenzado a cuestionar esta versión y a considerar la posibilidad de una negligencia más amplia por parte de diversos actores en la mina.
Apoyo del gobierno
Desde un primer momento, la participación del gobierno provincial y sus representantes ha sido muy importante en el proceso de búsqueda de respuestas ante esta tragedia, clausurando la operación de la mina hasta que se determinen los motivos de la tragedia. Gisela Ochoa agradeció el apoyo brindado por funcionarios como Julio Gutiérrez y Pedro Luxen entre otros, así como por el compromiso del gobernador Claudio Vidal, quien según lo expresado por la familia, ha instruido una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos.
El largo camino hacia la verdad
La familia Ochoa se enfrenta a un camino largo y doloroso en su búsqueda de justicia para Daniel y Rosana. En este difícil trayecto, Gisela expresó en su nombre, el de sus padres y el resto de la familia, su gratitud por cada muestra de solidaridad y por toda la gente que se ha puesto a disposición y si bien reconoció el impacto devastador que esta tragedia ha tenido en su familia aseguró que no bajarán los brazos hasta que los hechos se esclarezcan y tanto Daniel como Rosana puedan descansar en paz.