Integrando la Seguridad en el Proceso de Toma de Decisiones Empresariales
La sostenibilidad de una empresa se ve influenciada por una variedad de factores, como la calidad, el mercado, los plazos y, por supuesto, la seguridad. Tomar decisiones que equilibren estas cuestiones es esencial no solo para los gerentes, sino para todos los miembros de la organización. «Integrar la seguridad en el proceso de toma de decisiones» representa el tercer pilar de un liderazgo sólido en seguridad. ¿Por qué es importante?
Las organizaciones enfrentan múltiples demandas y desafíos en su día a día: desde presiones de los clientes hasta problemas técnicos, cambios en el mercado o reducción de personal. Cada día surge la pregunta: «¿Cuál es la amenaza más inmediata y crítica para la empresa: el riesgo financiero, comercial o de seguridad?». La respuesta varía constantemente. Se requiere tomar decisiones y hacer concesiones continuamente.
Integrar la seguridad en el proceso de toma de decisiones permite evitar un enfoque maximalista del tipo «safety first» (seguridad ante todo), que puede alejarse de la realidad y resultar poco creíble. En la práctica, las decisiones son inevitables y la seguridad debe equilibrarse con otros aspectos. Es crucial reconocer esta necesidad de equilibrio y apoyar a los equipos para tomar las mejores decisiones posibles.
Garantizar que ninguna decisión comprometa la seguridad de manera inaceptable. La seguridad debe ser considerada en todas las instancias de la organización, desde la dirección hasta los operadores en el terreno y los proveedores de servicios.
La compatibilidad entre productividad y seguridad en el entorno laboral
Existe una percepción equivocada de que es imposible mantener tanto la productividad como la seguridad al mismo tiempo, como si una fuera en detrimento de la otra. Sin embargo, esta noción es completamente errónea. Una sólida cultura de seguridad no solo es beneficiosa para la empresa, sino que también contribuye a la prosperidad y eficiencia de sus operaciones.
Es crucial reconocer que la producción y la seguridad no son mutuamente excluyentes, sino que pueden y deben coexistir de manera armoniosa. La seguridad no solo protege a los empleados de lesiones y accidentes, sino que también protege los activos y la reputación de la empresa. Cuando se prioriza la seguridad en el lugar de trabajo, se fomenta un ambiente donde los empleados se sienten valorados y protegidos, lo que a su vez contribuye a una mayor productividad y eficiencia.
Como señala Dominic Cooper de B-Safe Management Solutions (USA): «Es importante reconocer la necesidad de producir, pero también la necesidad de producir de manera segura. De lo contrario, alguien saldrá herido y la inactividad representará un costo para la empresa». En este sentido, es esencial que los empleados se sientan capacitados y alentados a detener cualquier actividad si identifican un riesgo para la seguridad. La seguridad debe ser siempre una prioridad, incluso si eso significa tomar medidas que puedan ralentizar temporalmente la producción.
Cómo priorizar la seguridad en la toma de decisiones
El desafío de priorizar la seguridad en la toma de decisiones empresariales implica equilibrar múltiples variables y considerar las implicaciones de cada elección en términos de seguridad laboral. Arbitrar entre diferentes demandas y necesidades diarias puede ser complicado, pero es fundamental asegurarse de que la seguridad no se vea comprometida en el proceso.
Cuando se trata de seguridad, retroceder en el nivel de exigencia no es una opción aceptable. Sin embargo, en la realidad empresarial, puede surgir la necesidad de hacer concesiones debido a diversas presiones y demandas. En tales casos, es esencial que se establezcan márgenes claros de seguridad y que se comprenda cómo funcionan en el terreno.
Es importante reconocer que nadie toma decisiones deliberadamente en contra de la seguridad, pero a veces las consecuencias en términos de seguridad pueden pasarse por alto al tomar decisiones sobre otros aspectos. Por ejemplo, al asignar menos personal a una tarea para priorizar otra actividad crítica, es crucial considerar el impacto que esto puede tener en términos de seguridad, competencias disponibles y fatiga del personal.
Para garantizar que la seguridad se mantenga en un nivel satisfactorio a pesar de las concesiones, es necesario identificar contrapartidas y medidas compensatorias. Esto puede implicar ajustar el personal, los plazos o las cargas de trabajo, así como reforzar la supervisión y asegurarse de que los equipos tengan el nivel adecuado de experiencia y conocimientos.
Además, es fundamental reforzar los rituales de seguridad, como briefings y debriefings, y establecer un sistema de alerta eficaz para la transmisión de información y el reporting de incidentes. Al implementar estas medidas, se puede garantizar que la seguridad se mantenga como una prioridad en todas las decisiones empresariales.
7 recomendaciones para mejorar el proceso de arbitraje en la toma de decisiones empresariales
- Preparación para la toma de decisiones: Reconocer y aceptar la necesidad de tomar decisiones difíciles como parte integral del control de riesgos en la empresa.
- Explicación clara de la necesidad de arbitraje: Enumerar de manera abierta y precisa todas las variables en juego, determinar la prioridad del día y evaluar cómo las decisiones afectarán al nivel de exigencia en comparación con otros aspectos.
- Priorizar la seguridad: Evaluar meticulosamente las posibles repercusiones de las decisiones en términos de seguridad y tomar las medidas compensatorias necesarias para mitigar cualquier riesgo. Evitar comprometer la seguridad más allá de un límite razonable.
- Comunicación transparente de las decisiones: Informar claramente a los gerentes y equipos involucrados sobre las decisiones tomadas y los criterios utilizados para llegar a ellas.
- Apoyo y capacitación para los equipos: Proporcionar formación y orientación a los gerentes y equipos encargados de implementar las decisiones tomadas, asegurándose de que comprendan su alcance y las medidas necesarias para su ejecución.
- Seguimiento de las decisiones: Mantener un registro de las decisiones tomadas y su implementación para evitar acumular concesiones en materia de seguridad durante períodos prolongados.
- Reevaluación periódica de las decisiones: Utilizar la experiencia acumulada para revisar y mejorar continuamente el proceso de toma de decisiones, identificando áreas de mejora y ajustando las estrategias de arbitraje para garantizar una gestión eficaz de los riesgos en el futuro.
El líder como impulsor de una cultura de seguridad
En cualquier entorno laboral, el papel del líder es crucial para fomentar un compromiso colectivo hacia la seguridad y reforzar su importancia dentro de la organización. Es responsabilidad del líder:
- Integrar la seguridad en la cultura organizacional: Asegurarse de que la seguridad no sea simplemente un eslogan, sino un valor fundamental que guíe todas las decisiones y acciones dentro de la empresa.
- Comunicar y explicar las decisiones: Informar de manera clara y transparente sobre las decisiones tomadas en relación con la seguridad, así como las medidas compensatorias adoptadas para mitigar riesgos.
- Definir roles y responsabilidades: Clarificar el rol de cada individuo en la construcción de un entorno seguro, involucrando activamente a empleados y proveedores de servicios en este proceso.
- Demostrar compromiso personal: Escuchar activamente las preocupaciones de los empleados y actuar en consecuencia para abordar los desafíos reales en el lugar de trabajo, mostrando un compromiso genuino con la seguridad y el bienestar de todos los miembros del equipo.
- Identificar y superar obstáculos: Identificar los obstáculos que puedan obstaculizar el logro de los objetivos de seguridad y tomar medidas para abordarlos, asegurando que no se conviertan en barreras para el progreso.
Al asumir estos roles y responsabilidades, los líderes pueden desempeñar un papel fundamental en la creación de un entorno de trabajo seguro y saludable, donde todos los miembros del equipo se sientan valorados y protegidos.
Estableciendo puntos de «No-Go» para garantizar la seguridad en el trabajo
En entornos donde la presión por la producción es constante, es fundamental implementar puntos de «no-go» o líneas infranqueables para proteger la seguridad de los trabajadores. Estas reglas de parada deben cumplir con ciertos criterios:
- Ser explícitas y claras: Deben definir de manera precisa los criterios que indican cuándo es necesario detener las operaciones y buscar recursos adicionales para abordar cualquier problema de seguridad.
- Compartidas entre todos los miembros del equipo: Es crucial que estas reglas sean conocidas y entendidas por todos los trabajadores, para que puedan tomar medidas adecuadas y detener las operaciones si es necesario antes de que la situación empeore.
- Aceptadas y valoradas por la organización: Incluso cuando detener las operaciones no conduzca a la identificación inmediata de un problema, es importante que se reconozca y se valore el cumplimiento de estas reglas de seguridad. Esto fomenta una cultura donde la seguridad es una prioridad indiscutible y se toman medidas proactivas para proteger a los trabajadores.
Al implementar puntos de «no-go» de esta manera, las organizaciones pueden garantizar que la seguridad nunca se vea comprometida en aras de la producción, y que se tomen medidas preventivas para proteger la salud y el bienestar de todos los empleados.
Fuente: ICSI