El ciclo de charlas de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) puso sobre la mesa las perspectivas macroeconómicas del país, el impacto de la geopolítica global y los desafíos para la industria.
En una nueva edición de su ciclo de encuentros sectoriales, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) convocó en un webinar a empresarios, analistas y referentes del sector para debatir sobre el contexto económico nacional e internacional y cómo este incide en la actividad minera.
El evento contó con la exposición del economista Lorenzo Sigaut Gravina, director de la consultora Equilibra, quien presentó un análisis detallado del panorama macroeconómico argentino y los factores globales que inciden sobre la minería, como la tensión comercial entre Estados Unidos y China.
“La inflación finalmente perforó el 2% en mayo, marcando 1,5%, un dato alentador, aunque aún frágil. Su sostenibilidad hacia adelante dependerá de múltiples factores, incluido el tipo de cambio y el ajuste fiscal”, explicó Gravina.
El economista destacó que, si bien el salario privado formal muestra una leve recuperación en términos reales, el sector público y los jubilados enfrentan una pérdida de poder adquisitivo cercana al 20% respecto al primer semestre de 2023. En cuanto al empleo, alertó sobre la caída en el trabajo asalariado formal y el crecimiento de ocupaciones informales.
“El consumo masivo continúa estancado, sin señales claras de repunte, mientras que los bienes durables e importados crecen, impulsados por la apreciación cambiaria y el regreso del crédito bancario”, señaló.
Gravina también abordó el impacto de la coyuntura global, particularmente la rivalidad entre Estados Unidos y China, y cómo esto modifica los flujos comerciales y las decisiones de inversión en sectores estratégicos como la minería.
Asimismo, remarcó que la minería y la energía son hoy los motores del PBI nacional, con un crecimiento sostenido incluso en contextos de estancamiento o caída de la economía en general.
Uno de los puntos más sensibles abordados fue la crisis de infraestructura tras varios años de baja inversión pública, que comienza a afectar a sectores como la minería, particularmente en términos logísticos.
También se analizó el riesgo de apreciación cambiaria, con un tipo de cambio real que hoy está lejos de los valores de equilibrio estimados por el FMI. Esto, sumado a un déficit creciente en la cuenta corriente, plantea desafíos para la acumulación de reservas y el sostenimiento del superávit fiscal.
“Incluso con exportaciones récord en energía y minería, Argentina necesitará cerca de 115 mil millones de dólares hacia 2030 para cubrir vencimientos, financiar importaciones y sostener su crecimiento”, concluyó Gravina
Fuente: MAS ENERGIA
