La situación actual refleja la complejidad y los cambios en la política minera de Santa Cruz, que han generado tanto expectativas como inquietudes en el sector. En medio de decisiones fluctuantes y nuevos actores en escena, como el senador José María Carambia, la estabilidad y el futuro de la industria minera están en tela de juicio. La provincia de Santa Cruz, reconocida por ser el principal complejo exportador de oro y plata en Argentina, enfrenta actualmente una encrucijada que podría transformar su panorama económico en los próximos años. A pesar de su histórico liderazgo en empleabilidad y en la cantidad de minas activas, las recientes advertencias de la Cámara Minera de Santa Cruz (CAMICRUZ) y las declaraciones de la secretaria de minería provincial, Nadia Ricci, plantean un escenario sombrío.
CAMICRUZ ha lanzado una contundente advertencia contra la propuesta de aumentar las regalías mineras, alertando que esto podría poner en peligro la continuidad de la producción minera en la provincia. Proyectos maduros, que necesitan incentivos para prolongar su vida útil, se encuentran particularmente en riesgo. Además, la carga tributaria ya existente dificulta la competitividad de la región en el mercado.
“Avanzar en esa dirección es, a todas luces, un contrasentido y un retroceso en el trayecto recorrido hacia el objetivo de mayor previsibilidad y desarrollo que tanto necesitan el sector y la provincia. Hoy la minería en Argentina ya sufre tener una carga tributaria mucho mayor que nuestros principales competidores en la región” afirmaron desde CAMICRUZ
Por otro lado, Ricci ha destacado que la disminución significativa en la exploración minera durante la última década podría llevar a Santa Cruz a un futuro desolador. La reducción del 40% en las hectáreas destinadas a la exploración plantea la posibilidad alarmante de que la provincia no tenga ningún proyecto minero en producción en los próximos 10 años. Este pronóstico sombrío sugiere un cambio drástico en el panorama económico y laboral de la región.
La secretaria de minería, expresó su preocupación por la pérdida de la vida útil de las minas, que están cerrando prematuramente. Esta situación no solo representa una pérdida económica para la provincia, sino que también afecta la credibilidad del sector minero en Santa Cruz. En este sentido, el gobierno se encuentra determinado a revertir esta situación y restaurar la confianza en la industria.
«Se perdió la vida útil de minas que se cierran en la mitad de lo posible. Y se perdió la credibilidad que nosotros queremos recuperar», afirmó Ricci.
De ser la joya de la corona en la industria minera argentina, Santa Cruz podría enfrentar una transición rápida hacia la ausencia total de minería en un corto plazo de 3 a 10 años. Este escenario representa no solo una pérdida económica significativa, sino también un desafío social y laboral para una provincia que ha dependido históricamente de la minería como motor de su desarrollo.
Ante esta situación, es imperativo que las autoridades y los actores del sector trabajen en conjunto para encontrar soluciones que revitalicen la exploración minera y aseguren un futuro sostenible para la industria en Santa Cruz. De lo contrario, la provincia podría enfrentar un declive económico y social de consecuencias devastadoras.